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Mostrando entradas con la etiqueta Vesanias y cábalas. Mostrar todas las entradas
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En la calle San Francisco ,en Cádiz, hay una tiendecita que vende pan, golosinas, frutos secos y bebidas. Ayer iba con Bruno paseando y entré a comprarle algo para merendear, pues la merienda la olvidé en casa. Cuando estaba mirando qué llevarme apareció Juan , un vecino de un amigo que vive en el barrio de la Viña. Juan es un tipo de unos treinta y ocho años de edad, tiene el pelo negro y largo, la cara picada de viruela, delgado y fibroso como una pértiga, con algún que otro diente picado y con más nervio que un filete de cinco céntimos. Quien habla con él se da cuenta del tirón que no se trata de un yonki reformado, sino más bien de una persona con un pequeño retraso desde el nacimiento asociado a alguna enfermedad mental. Entró a la tienda como de costumbre , como una moto, con sus gafas negras de pastillero after, pantalón de chandal y una chupita de cuero. Se queda mirando al dependiente con una sonrisa socarrona y le dice en alto: -¿Qué pasa pishaaaaaaa!. El dependiente le contesta -Qué pasa Juan, ¿dime qué quieres?- -Un cocacola, contesta. Y saca del bolsillo un puñado de monedas de diez y veinte céntimos, abré la palma de la mano y se los muestra al muchacho, este coje lo que cuesta el refresco y le dice -Juan me debes dinero pisha- -¿Qué te debo dinerooooo?, ojú no llamarás al cobrador der frac ¿no?, y se echa a reir escandalosamente. Se va hacia la nevera y coje la cocacola. El dependiente vuelve a decirle: -Juan me debes dinero de otros días, y Juan dice -¿Ycuánto te debo joe?, -Treinta céntimos -contesta el muchacho de la panedería. Al oir treinta céntimos me quedo algo pillado y me digo para mis adentros ¡Qué hijo de puta es este tío, por treinta putos céntimos! y la tienda llena de gente. Juan le dice que no se preocupe que se los traerá otro día. En ese momento tomo la decisión de irme a otro sitio porque me da por culo seguir viéndole la cara de perro pachón al tipo de la tienda y no me da la gana gastarme mi dinero en su panadería. Pero como es de costumbre Cádiz ,con toda su idiosincracia, me pone en mi sitio ,dando un bofetón a mi misantropía ,y veo como el dependiente, antes de que Juan abandone la tienda, abre un paquete de donettes (que cuesta un euro y medio) coge la mitad del paquete y dice: ¡¡Juannnn, ven paca cohones, pilla unos donetes que te va a caer mal el cocacola!!, y le pone los cuatro donetes en la palma de la mano, y Juan le sonríe y le dice ¡¡¡engaaa, que grande eres io !!, se coloca sus gafas de pasti y sale como una moto de allí.





Ayer cuando me dirigía a los Carnavales de la curva en Cádiz me paré ante un semáforo que estaba en rojo, entonces un señor de unos setenta y muchos años intentó cruzar el paso de cebra sin mirar. Un coche pegó un frenazo y le pitó .El conductor con gestos señalando el muñequito en rojo le dijo que a ver si miraba. El hombre se quedó quieto en medio de la calzada, se dió la vuelta y me clavó su mirada. Entonces vi esos ojos que eran cómo dos interrogantes y me vino a la cabeza la mirada de mi suegra cuando el Alzheimer la empezaba a devorar. Esa mirada asutadiza y perdida. Me dije ,¡ofú!, otro pobre hombre a quien esa cruel enfermedad le está haciendo estragos. Le cogí del brazo y mientras cruzábamos me dijo unas palabras que me helaron. "Cualquier día de estos me atropellan. Hace muy poco que acaba de fallecer mi mujer y no hago nada más que pensar". Me equivoqué. No estaba perdiendo recuerdos y memoria. Estaba saturado de ellos.

MADE IN SPAIN
(cuando las ondas no nos llegan con nitidez, o no llegan, simplemente).
      Hace tiempo, unos años atrás, mientras conducía hacia un lugar, con unas personas, a mitad del camino puse la radio para escuchar las noticias y hacer más ameno el viaje. Para variar, el noticiario trataba de casos de corrupción en política. El tema estrella de la semana era el caso de un alcalde que se había agenciado de las arcas públicas un chorro de pasta y había dejado el ayuntamiento tiritando. Ipso facto todos empezamos a rasgarnos las vestiduras, “…hay que ver que mancha de hijos de puta”, “yo a esos tíos les colocaba una soga al cuello”, “con esta mierda de justicia, seguro que está en la calle a los dos días”, y bla bla bla bla. El caso es que llegamos a nuestro destino y allí dentro del coche se quedaron los ecos de la conversación.
       Al cabo de dos meses, volví a coincidir con estas personas en mi coche y repetí la misma operación, encendí la radio, pero al cabo de unos segundos pudimos comprobar que se escuchaba a trompicones, había interferencias y las palabras eran inteligibles por lo que decidí apagarla. Pasados unos cuantos kilómetros paré en una gasolinera y al regresar al coche después de pagar pude comprobar que me habían robado la antena la noche anterior. Entré y lo comenté allí a los presentes, y entonces escuché de sus bocas sin interferencias… “joder, vaya putada, a mí me la robaron hace tiempo, pero un día de borrachera cogí la de otro coche”, “yo igual, a mí me la han robado dos veces y en el parking del Mercadona se la quité a otro”, “¿tú quieres una?, mi marido es la polla, seguro que te la consigue”.

Espero empezar pronto con nuevas entradas, después de este largo parón.. Por lo pronto os dejo con una fotografía que saqué hace unos años en San Petesburgo.



                                                   ¿Vemos las cosas como son o como somos?

                                                                                                                  Bruno durmiendo al calor del fuego


Según S. Freud  las emociones enterradas en la superficie subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños, y que recordar fragmentos de los sueños puede ayudar a destapar las emociones y los recuerdos enterrados.
      Apenas recuerdo lo que sueño, pero hoy mi mente ha hecho una excepción y me he levantado con unas imágenes en mi cabeza de una nitidez asombrosa. En mis sueños aperecian varias imágenes sin aparente conexión entre ellas , algunas ocupaban toda la pantalla de la mente, lo que en cine se podría llamar un primerísimo primer plano, entre estas apariciones, dos son las que más me han llamado la atención,  la primera  era una máquina de escribir antigua ,estilo Olivetti, de color oscuro de donde nacía de cada tecla una aguja de hospital de las que se utilizan para sacar sangre, la otra imagen era un hombre mayor leyendo un documento en un  escritorio de madera iluminado con una vela y en el cual reposaba una lengua humana recién cortada desde la raíz, como esas  de ternera que venden en la carnicería, recuerdo perfectamente como este hombre humedecía su dedo corazón por la superficie de las papilas gustativas de esta lengua para poder pasar las páginas. También recuerdo estar en un museo con un grupo de visitantes y al fondo escuchar a una mujer que hacía de guía  explicando un supuesto cuadro de Monet, que yo no alcanzaba a ver pero que por sus indicaciones debían aparecer tres mujeres muy delgadas y que , según esta guía, cuando las tres mujeres escapaban del cuadro para comer se arrepentían y volvían a la pintura diciendo "Con Monet nos sobra para vivir". Por favor ¿hay algún psicoanalista en la sala?.

A veces los astros, digo los astros de cada uno, se alinean de tal manera que todo por un momento parece funcionar como una maquinaria de precisión, con inexorable exactitud, con una perfección asustadiza, al mínimo detalle.
Hoy pasó.
He ido a buscar, con mi hijo, a mi mujer al trabajo en Càdiz y al salir hemos ido a un bar por el que tenemos cierta predilección. Es un bar muy normalito a simple vista ,  donde no tiene cabida el nuevo diseño bombardenate de ahora, uno de esos lugares que los hace especiales la clientela ,los dueños, en este caso dos hermanas que se hacen notar por su saber estar y simpatía, y ese halo mágico respirable que a veces rodea a ciertas personas y espacios.
Después de tres o cuatro riojas, todo fluyó. Los buenos recuerdos pasados con amigos de la infancia, con amigos de trabajos ya dejados, viejas sensaciones, afloraron como si estuviesen esperando hace tiempo a que alguien los desempolvasen, y entonces la boca y las entrañas se me han llenado de alegría y sabores dulces, y he tenido que mandar unos cuantos te quieros por sms. Luego todo siguió como cabía esperar, besos con Belly con Bruno, conversaciones, sonrisas, miradas, y complicidad con los demás  habitantes del bar. Para rematar al llegar a casa  recibo una conversación telefónica de unos amigos recien estrenados como padres, que me ha recordado lo maravillosa que a veces es , como dijo alguien, esta enfermedad mortal de transmisión sexual que es la vida.
Bueno, no voy a abusar de esta alineación mágica, voy a escuchar una de Chet Baker con los ojos cerrados y me voy a la cama a sellar este día.


Una editorial italiana vio una foto de mi hijo Bruno en brazos de Belly y me pidió si podían utilizarla com portada de un libro de puericultura - pediatría., claro, cediéndoles los derechos y sin ver un euro. Les dije que sí  y este mes sale a la venta dicho libro. La verdad es que me ha hecho mucha ilusión. Os dejo la portada del libro. Saludos amigos.

(sombra de Belly sobre trompetista en pared)

Todo ser humano en su alma tiene un sonido muy bajito, su nota. Es el
sonido de su esencia, de su ser. Y si los actos de su vida no coinciden
con esa nota, esa persona no puede ser feliz. 

Nikita Mijalkov

                                                                                                                        Foto de Bruno, mi hijo.

"... Mi gran placer sensual ha derivado siempre - aún hoy persiste esa jerarquía- de la felicidad de los ojos. Ni el orden melódico más exquisito, ni el aroma más raro, ni el contacto de la piel humana más dorada y suave, ni el vino, ni el beso, pueden procurarme el goce que los ojos me brindan. Tampoco, como para ciertas mentes superiores, el juego filosófico con cuanto implica de estímulo trascendente, suple para mí lo que los ojos me regalan. Ni siquiera el juego poético que tanto amo. Los ojos son para mí las compuertas por las cuales penetra en mi interior el río rumoroso y tornasolado del mundo".
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Fragmento del libro "Bomarzo" de Manuel Mújica Láinez.


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                                                    Torero portugúes ( hecha en Évora)

La foto salió movida, y a Belly se le movieron también las entrañas esa tarde, ¡no puedo con esto!, me dijo con las mejillas húmedas por las lágrimas.
...

A la luna, luna de enero
con mi capote y muleta
iba a los encerraeros
porque a mí me gustaba esa fiesta
y todito mi afán era de ser torero

Me dieron una ocasión
pa salir a torear
se me quitó toa la afición
no lo quiero recordar

Hay que pensar
que la afición de los toros
pa too el mundo no es igual.
                      ...                             
 Fragmento de la canción "Me dieron una ocasión" (bulerias) de Camarón de la Isla. 

                                                              Señor de Évora (Portugal).

       Se estaba tomando un café mientras veía un partido del Benfica en la televisión del bar donde cenábamos un suculento pollo a la brasa, le pregunté si me dejaría hacerle una foto y me dijo que sí, la iluminación de la sala era pésima, aún así ,se la hice y le dí las gracias por su amabilidad, sonrió y volvió a su café, pasados dos minutos se acercó a nuestra mesa, sacó una cartera de cuero atada con una  goma , la abrío y nos enseñó una ristra de fotografías tipo carnet de sus veintipico nietos,  fue entonces  cuando miré a su cara y comprobé que la iluminación de la habitación había cambiado por completo.






He visto muchas películas que tratan de una u otra manera el amor, algunas de ellas inolvidables como Memorias de África, El jardinero fiel, Casablanca, Drácula de Coppola, etc..., pero esta escena de Lugares Comunes es sublime, sería incapaz de añadirle una frase más o quitarle alguna palabra, creo que se trata de la mejor definición de amor jamás creada en el celuloide, y no ha hecho falta una banda sonora de lujo, ni escenarios aparatosos, ni mega estrellas norteamericanas, tan sólo una biblioteca y poco más de cinco minutos de conversación en estado puro. Disfrútenla.
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      Desde hace tiempo, todas las mañanas de los domingos después de desayunar  cojo el semanal y voy directo a la columna de D. Arturo Pérez Reverte, la de hoy se titulaba "El fantasma de Bauer"  y entre otras cosas se relataba como se le apareció  una mujer desnuda reflejada en la puerta de madera de un hotel de Venecia. Después de arreglar algo la casa y preparar la comida para el peque, mi mujer y yo nos hemos ido al centro de Cádiz, concretamente a la Plaza San Antonio, a dar una vueltecita y tapear algo, aprovechando el buen tiempo. De camino he realizado una fotografía a una puerta  donde salgo en el reflejo de los cristales. Cuando he llegado a casa y la he puesto en el ordenador ahí estaba, en el centro, en la parte superior de la puerta , la imagen de la cabeza de un hombre calvo con bigote y los ojos cerrados. Que coincidencia, en un domingo, dos puertas ,dos apariciones, a Don Arturo una mujer desnuda peinándose  y a mí un calvo muerto. Siempre hubo clases.
PD: quien crea que es un  montaje está equivocado, la foto sólo está retocada para pasarla al blanco y negro. (ya me gustaría a mí controlar el photoshop).

Ya me dirán que opinan ustedes, el video está gracioso.

Llevo cuatro días con unas anginas terribles, que además, por unos medicamentos inadecuados, se complicaron, y se pusieron llenas de pus y causándome fiebre muy alta, hoy por fin parece que empiezo a mejorar (despues de cuatro pinchazos) y me han dado tregua para poder conectarme un ratito.

Cuando estamos enfermos recordamos que debemos valorar más los momentos que gozamos de buena salud.

Ayer el dolor y la fiebre me mantuvieron despierto durante toda la noche (y la anterior) y eso tiene unas consecuencias directas, tiempo para pensar.

Todavía conservo, en ocasiones, cierta buena virtud que es la empatía, y cuando estoy realmente jodido, en cuanto a salud se refiere, siempre me viene a la memoria la gente que no tiene medios, quizás porque he vivido seis años en Ceuta y he visto de cerca como vive nuestro vecino Marruecos. Yo en estos cuatro días he visitado tres médicos, uno de guardia, uno de cabecera , y un otorrinolaringólogo, he comprado las medicinas que he necesitado y estoy recuperándome en mi casa.

A veces, y aunque quede egocéntrico, pienso que el mundo gira  alrededor de mí  , como cuando aprendes una nueva palabra y no paras de escucharla luego, o cuando lees un libro de un autor que creías desconocido y de repente aparece su aniversario en la televisión. Esto lo digo porque cuando estaba anoche pensando en la "suerte" que tenemos de vivir como vivimos pusieron en la dos un documental sobre una familia de Guatemala y sus diez hijos que sobreviven al día por menos de un euro, no sé si fue porque estaba débil y  bajo de defensas,  o por estar sumamente sensible con los niños porque tengo uno de un añito, o porque realmente sentí otro dolor que no era el  de la infección, lo único que sé es que cuando acabé de verlo lloré como un niño y me entraron ganas de arrancarme las amigdalas con las manos.

HISTORIAS DEL MILENIO "GUATEMALA"

Era, es, una mujer buena de corazón, o por lo menos así la recueda todo el mundo, pero enfermó gravemente de alzheimer, fue entonces cuando ante los ojos incrédulos e ingenuos de mi mujer se destapó la caja hermética de excrementos que todos guardamos dentro de sí, y afloró ese ser que cada uno alimenta en sus entrañas y desconoce o simula desconocer.
Unos ante los nuevos acotecimientos huyeron lejos del hogar, olvidando que el concepto de madre es recíproco, metiendo la cabeza bajo tierra,  pero olvidando que la memoría viaja en nuestras maletas y la conciencia tiene buen olfato ,no suele perder el rastro y al final acaba por alcanzarte. Otros que creíamos buenos, resultaron oradores de tolerancia con carnet falso de filántropos, expertos en el camuflaje de ser humano, pero la vida, obra difícil y de larga representación, hizo que sus caretas cayesen ante el público, aún así, se empeñaron en seguir con la obra  y compraron caretas más grandes y más caras, pero el público de la primera fila ya había visto el truco. Otros se cambiaban de acera al encontrarse con el reflejo de sus propias miserias. Otros siguieron siendo lo que eran, un cero a la izquierda. He de decir, que tambíen es cierto que algunos arrimaron el hombro y otros dieron aliento, pero muy pocos. Al final , sólo quedaron las dos, madre e hija, la una consumiendo involuntariamente la vida de la otra ,pero, a su vez, forjando a golpes  de realidad un corazón indestructible.



Realmente,  ¿se puede ayudar a alguien si se es incapaz de respetarse y quererse a uno mismo?. ¿Se puede?.




     Ayer de camino en el coche a unos grandes almacenes ,con mi mujer y el pequeño en su silla de bebés ,puse la radio y entonces sonó "you give love a bad name", y se produjo el flashazo, reminiscencia nítida, hacía muchos años que no la escuchaba y recuerdos con sabor a regaliz rojo me invadieron.
      Con nueve o diez añitos un compañero del colegio me había grabado encima de una cinta de Perales que encontré por mi casa a Bon Jovi, como la cinta era original usé el truco de ponerle dos trozos de celofán en las pestañas, así engañabas al radiocassette y podía grabarse encima. Llegué a casa y la puse en unos walkman de mi padre que usaba para estudiar y entonces se produjo la magia ,me invadió el guitarreo, los golpes de batería, la voz de Jhon, la imaginación estaba a flor de piel, agarré un pañuelo de mi madre y me lo puse en plan pirata,  empecé a saltar por encima del sofá impoluto de mi casa con una regla de 40 cm a modo de guitarra, me encantaba, era el rey, la adrenalina fluía, había descubierto un gusto nuevo, un nuevo color que desconocía, supe que había encontrado el principio de algo, de algo muy grande. A los once ya tenía en mi poder una treinta de cintas de rock y algún que otro disco, y  ya había dedicado en mis conciertos imaginados miles de canciones a la niña más guapa de mi clase. Este gusto musical por los melenudos hizo que me convirtiese en el perro verde de mi barrio, nadie escuchaba lo que yo, los demás niños cogieron otros caminos musicales, pero eso me hacía todavía más especial, para mí los demás estaban ciegos. En ocasiones , encontraba algún nuevo compañero con mis gustos, y de manera isofacta nos convertíamos en hermanos de sangre. Algunos de estos todavía lo siguen siendo a día de hoy.

     Miré hacia mi hijo por el espejo del coche y lo vi con los  dos ojos abiertos como platos y media cara tapada por el chupete, escuchando la canción, y pensé...cuántas cosas te quedan por vivir cabrón.
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Hace poco hablando con un alumno con graves problemas de conducta y personalidad me comentó: " ... a veces estando en casa se me sale el alma de mi cuerpo y veo al Demonio, lo curioso es que a veces se me aparece con la cara de Michael Jackson y otras con la cara de Gracita Morales, y no sé cúal es la que me da más miedo".

Llevaban casados quince años y  de lo poco que practicaban el sexo un día por la mañana amanecieron ambos vírgenes.